Liverpool rompió el mercado: invirtió nada menos que 488 millones de euros en refuerzos, estableciendo un récord histórico de gasto en una sola ventana. Una apuesta fuerte del club que quiere sostener su dominio en Inglaterra y dar pelea en Europa.

Vale recordar que en la temporada pasada los Reds apenas sumaron un refuerzo –Federico Chiesa, por 12 millones–, pero esta vez el proyecto de Arne Slot cambió el libreto. El objetivo es claro: defender el título de la Premier League y competir al máximo nivel en todos los frentes.