Lo que parecía un campeonato asegurado se transformó en una pesadilla para el Ajax. Con 9 puntos de ventaja y solo 5 fechas por disputarse, el equipo neerlandés ganó apenas un partido, y el PSV lo aprovechó para consagrarse campeón de la Eredivisie.

Ayer, tras confirmarse la pérdida del título, Francesco Farioli rompió en llanto, visiblemente devastado. Y hoy, sin consuelo, presentó su renuncia. Un final durísimo para una temporada que ilusionaba a todos en Ámsterdam.