La derrota histórica de Alemania frente a Eslovaquia encendió todas las alarmas. Julian Nagelsmann no se guardó nada en conferencia y cuestionó la falta de actitud de su plantel: “Salvo dos o tres lesionados, estos son los jugadores de mejor calidad que tenemos. Quizás la próxima vez tengamos que llamar a futbolistas con menos talento, pero que lo den todo en la cancha. Ser mejor que el rival no alcanza si no mostramos voluntad y hambre”, lanzó el DT.

El capitán Joshua Kimmich fue igual de contundente: “Si seguimos así, ni siquiera vamos a ir al Mundial”. El golpe genera un clima de crisis en la Mannschaft, que viene de una seguidilla de actuaciones irregulares y ahora se enfrenta a la presión de recuperar la identidad que siempre la caracterizó. El mensaje es claro: sin compromiso, la calidad sola no salvará a Alemania.