
La llegada de Hernán Crespo a São Paulo fue un golpe de efecto inmediato. Desde su desembarco, el equipo apenas perdió un partido (0-2 ante Flamengo), empató con Bragantino y ganó cinco encuentros clave, incluidos duelos ante pesos pesados como Corinthians, Fluminense e Internacional. La racha no solo muestra solidez en el juego, sino también carácter para encarar momentos complicados del calendario.
Lo más impactante es el cambio de panorama: cuando Crespo asumió, el Tricolor estaba en el puesto 16° del Brasileirao, al borde del descenso. Hoy, tras esta serie positiva, trepó al 8° lugar y ya se encuentra en zona de clasificación a la Copa Sudamericana. Un arranque esperanzador para un proyecto que promete mucho más.