El fútbol quedó en pausa por un instante. Antes del inicio del duelo entre Al Hilal y Fluminense, se realizó un minuto de silencio en memoria de Diogo Jota y su hermano, fallecidos trágicamente en un accidente en España. Las cámaras enfocaron a João Cancelo y Rúben Neves, visiblemente emocionados, con los ojos llenos de lágrimas y la mirada perdida.

Para Neves, el golpe fue doble. Además de compañero en la selección, Diogo era su mejor amigo, relación que comenzó en los años compartidos en Wolverhampton y Porto. El silencio no duró más de 60 segundos, pero fue eterno en emociones. Porque cuando el fútbol pierde a uno de los suyos, se siente en cada rincón del mundo.